Biblia King James Version
Juan, Capítulo 3:
- Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, gobernante de los judíos:
- Este se acercó a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él.
- Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
- Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
- Jesús respondió: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
- Lo que nace de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
- No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
- El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
- Nicodemo respondió y le dijo: ¿Cómo pueden ser estas cosas?
- Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres dueño de Israel y no sabes estas cosas?
- De cierto, de cierto te digo: Hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto; y no recibís nuestro testimonio.
- Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
- Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
- Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.
- Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
- Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
- Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo; pero para que el mundo por él se salve.
- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
- Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
- Porque todo el que hace el mal aborrece la luz, y no viene a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
- Pero el que hace la verdad viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas, que son hechas en Dios.
- Después de estas cosas, vino Jesús y sus discípulos a la tierra de Judea; y allí se quedó con ellos y bautizó.
- Y Juan también estaba bautizando en Enón cerca de Salim, porque había mucha agua allí; y vinieron y se bautizaron.
- Porque Juan aún no había sido encarcelado.
- Entonces surgió una pregunta entre algunos de los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.
- Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, he aquí, este bautiza, y todos vienen a él.
- Juan respondió y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.
- Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
- El que tiene esposa es el novio; pero el amigo del novio, que está de pie y le oye, se regocija mucho a causa de la voz del novio: por tanto, este mi gozo se ha cumplido.
- Debe aumentar, pero debo disminuir.
- El que de arriba viene, sobre todos es; el que es de la tierra, terrenal es, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, sobre todos es.
- Y lo que ha visto y oído, eso testifica; y nadie recibe su testimonio.
- El que ha recibido su testimonio, ha puesto su sello de que Dios es veraz.
- Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque Dios no da el Espíritu por medida.
- El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano.
- El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; y el que no cree en el Hijo, no verá la vida; pero la ira de Dios permanece sobre él.