Biblia King James Version
Génesis 31:
- Y oyó las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob se llevó todo lo que era de nuestro padre; y de lo que fue de nuestro padre obtuvo toda esta gloria.
- Y Jacob vio el semblante de Labán, y he aquí, no era hacia él como antes.
- Y el SEÑOR dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres y a tu parentela; y estaré contigo.
- Y Jacob envió y llamó a Raquel y a Lea al campo a su rebaño,
- Y les dijo: Veo el semblante de vuestro padre, que no es para conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.
- Y sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre.
- Y tu padre me engañó y cambió mi salario diez veces; pero Dios le permitió no lastimarme.
- Si dijo así: El manchado será tu salario; entonces todo el ganado parió moteado; y si él dijera así: El ringtraked será tu salario; luego desnudó todo el ganado ringtraked.
- Así Dios quitó el ganado de tu padre y me lo dio.
- Y sucedió que en el momento en que concibieron las vacas, alcé mis ojos y vi en un sueño, y he aquí, los carneros que saltaban sobre las vacas tenían huellas anilladas, moteados y grises.
- Y el ángel de Dios me habló en sueños, diciendo: Jacob: Y yo dije: Aquí estoy.
- Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y mira, todos los carneros que saltan sobre el ganado son rayados, moteados y grises; porque yo he visto todo lo que Labán te hace.
- Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste la columna, y donde me hiciste un voto; levántate ahora, sal de esta tierra y vuélvete a la tierra de tu parentela.
- Y respondieron Raquel y Lea y le dijeron: ¿Tenemos todavía parte o herencia en la casa de nuestro padre?
- ¿No somos contados de él como extraños? porque nos vendió y devoró también nuestro dinero.
- Porque todas las riquezas que Dios ha quitado de nuestro padre, son nuestras y de nuestros hijos: ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
- Entonces Jacob se levantó y puso a sus hijos y sus mujeres sobre camellos;
- Y se llevó todo su ganado, y todos sus bienes que había adquirido, el ganado de su ganancia, que había obtenido en Padan-aram, para ir a Isaac su padre en la tierra de Canaán.
- Y Labán fue a esquilar sus ovejas; y Raquel había robado las imágenes que eran de su padre.
- Y Jacob se escabulló sin darse cuenta a Labán el sirio, porque no le dijo que había huido.
- Así que huyó con todo lo que tenía; y se levantó, pasó el río y volvió su rostro hacia el monte de Galaad.
- Y le dijeron a Labán al tercer día que Jacob había huido.
- Y tomó a sus hermanos con él, y lo siguió camino de siete días; y lo alcanzaron en el monte de Galaad.
- Y vino Dios a Labán el sirio en un sueño de noche, y le dijo: Ten cuidado de no hablar con Jacob ni bueno ni malo.
- Entonces Labán alcanzó a Jacob. Jacob había levantado su tienda en el monte, y Labán plantó con sus hermanos en el monte de Galaad.
- Y Labán dijo a Jacob: ¿Qué has hecho, que me robaste sin darme cuenta y me llevaste a mis hijas, como cautivas tomadas a espada?
- ¿Por qué huiste en secreto y me robaste; ¿Y no me dijiste que te despediría con alegría y cánticos, con pandero y arpa?
- ¿Y no me has permitido besar a mis hijos y a mis hijas? ahora has hecho una locura al hacerlo.
- Está en el poder de mi mano hacerte daño; pero el Dios de tu padre me habló anoche, diciendo: Mira, no hables con Jacob ni bueno ni malo.
- Y ahora, aunque es necesario que te vayas, porque añorabas la casa de tu padre, ¿por qué has robado mis dioses?
- Y Jacob respondió y dijo a Labán: Porque tuve miedo; porque dije: Quizás me quitarías por la fuerza tus hijas.
- Con quien encuentres tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos, discernirás lo que es tuyo conmigo, y llévatelo. Porque Jacob no sabía que Raquel los había robado.
- Y Labán entró en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea, y en las tiendas de las dos siervas; pero no los encontró. Luego salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.
- Raquel tomó las imágenes, las puso en el mueble del camello y se sentó sobre ellas. Labán registró toda la tienda, pero no los encontró.
- Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor porque no puedo levantarme delante de ti; porque la costumbre de las mujeres está sobre mí. Y buscó, pero no encontró las imágenes.
- Y Jacob se enojó y riñó con Labán; y Jacob respondió y dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado, que me has perseguido tan ardientemente?
- Si has buscado todas mis cosas, ¿qué has encontrado de todas las cosas de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, para que juzguen entre los dos.
- Estos veinte años he estado contigo; Tus ovejas y tus cabras no echaron sus polluelos, y los carneros de tu rebaño no comí.
- Lo que fue despedazado por las fieras no te traje; Yo soporto la pérdida de ella; de mi mano lo exigiste, ya sea robado de día o robado de noche.
- Así era yo; en el día me consumió la sequía, y la escarcha de noche; y mi sueño se apartó de mis ojos.
- Así llevo veinte años en tu casa; Te serví catorce años por tus dos hijas, y seis años por tus ganados; y cambiaste mi salario diez veces.
- Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, de cierto me habrías despedido ahora con las manos vacías. Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.
- Y Labán respondió y dijo a Jacob: Estas hijas son mis hijas, y estos niños son mis hijos, y estos ganados son mis ganados, y todo lo que ves es mío; y ¿qué puedo hacer hoy con estas mis hijas o con sus hijos que han nacido?
- Ahora pues, ven tú, hagamos un pacto tú y yo; y sea por testimonio entre tú y yo.
- Y Jacob tomó una piedra y la erigió por columna.
- Y Jacob dijo a sus hermanos: Juntad piedras; y tomaron piedras e hicieron un montón, y comieron allí sobre el montón.
- Y Labán lo llamó Jegar-sahadutha; pero Jacob lo llamó Galed.
- Y Labán dijo: Este montón es un testimonio entre tú y yo hoy. Por eso se le llamó Galeed;
- Y Mizpa; porque dijo: El SEÑOR vela entre tú y yo, cuando estemos ausentes el uno del otro.
- Si afligieres a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre tú y yo.
- Y Labán dijo a Jacob: Mira este montón, y mira esta columna que yo eché entre ti y yo;
- Sea testigo este montón, y testigo este pilar, de que yo no pasaré por ti este montón, y que tú no pasarás por mí este montón y este pilar para hacerme daño.
- El Dios de Abraham y el Dios de Nacor, el Dios de su padre, juzgue entre nosotros. Y Jacob juró por el temor de Isaac su padre.
- Entonces Jacob ofreció sacrificio sobre el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y se quedaron toda la noche en el monte.
- Y Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo; y Labán se fue y volvió a su lugar.