Biblia King James Version
Malaquías 2:
- Y ahora, sacerdotes, este mandamiento es para ustedes.
- Si no escucháis, y si no pensáis en dar gloria a mi nombre, dice el SEÑOR de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; sí, he maldecido. ellos ya, porque no se lo toman en serio.
- He aquí, yo corromperé vuestra semilla, y esparciré estiércol sobre vuestros rostros, el estiércol de vuestras fiestas solemnes; y uno te llevará consigo.
- Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que sea mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.
- Mi pacto fue con él de vida y paz; y se los di por el miedo con que me temía, y tuvo miedo ante mi nombre.
- En su boca estaba la ley de la verdad, y en sus labios no se halló iniquidad; caminó conmigo en paz y equidad, y apartó a muchos de la iniquidad.
- Porque los labios del sacerdote deben guardar conocimiento, y de su boca deben buscar la ley, porque él es el mensajero del SEÑOR de los ejércitos.
- Pero vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos.
- Por tanto, también os he hecho despreciables y viles delante de todo el pueblo, según no habéis guardado mis caminos, sino que habéis sido parciales en la ley.
- ¿No tenemos todos un padre? ¿No nos ha creado un solo Dios? ¿Por qué traicionamos cada uno contra su hermano, profanando el pacto de nuestros padres?
- Judá actuó con deslealtad, y se cometió abominación en Israel y en Jerusalén; porque Judá ha profanado la santidad del SEÑOR que él amaba, y se casó con la hija de un dios extraño.
- El SEÑOR cortará de los tabernáculos de Jacob al hombre que hace esto, al maestro y al erudito, y al que ofrezca ofrenda al SEÑOR de los ejércitos.
- Y esto habéis hecho otra vez, cubriendo el altar del SEÑOR con lágrimas, con llanto y con gritos, de tal manera que él ya no hace caso de la ofrenda, ni la recibe con buena voluntad de vuestra mano.
- Sin embargo, decís: ¿Por qué? Porque Jehová ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud, contra quien traicionaste; pero ella es tu compañera, y la mujer de tu alianza.
- ¿Y no hizo uno? Sin embargo, tenía el residuo del espíritu. ¿Y por qué uno? Para buscar una simiente piadosa. Por tanto, esté atento a su espíritu, y no permita que nadie haga traición contra la esposa de su juventud.
- Porque el SEÑOR, Dios de Israel, ha dicho que aborrece el repudio; porque uno cubre la violencia con su manto, dice el SEÑOR de los ejércitos; por tanto, mirad vuestro espíritu, no hagáis traición.
- Habéis cansado al SEÑOR con vuestras palabras. Sin embargo, decís: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Todo aquel que hace lo malo es bueno ante los ojos de Jehová, y él se agrada de ellos; o, ¿Dónde está el Dios de juicio?