Biblia King James Version
Jeremías 42:
- Entonces se acercaron todos los capitanes de las fuerzas, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Oseas, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
- Y dijo al profeta Jeremías: Te suplicamos que nuestra súplica sea aceptada delante de ti, y ruega por nosotros al SEÑOR tu Dios, por todo este remanente; (porque nos quedan unos pocos de muchos, como tus ojos nos contemplan 🙂
- Para que el SEÑOR tu Dios nos muestre el camino por donde andemos y lo que haremos.
- Entonces el profeta Jeremías les dijo: Os he oído; he aquí, oraré al SEÑOR tu Dios conforme a tus palabras; y sucederá que cualquier cosa que el SEÑOR te responda, te la declararé; No te ocultaré nada.
- Entonces dijeron a Jeremías: El SEÑOR sea testigo verdadero y fiel entre nosotros, si ni siquiera hacemos conforme a todas las cosas que el SEÑOR tu Dios te enviará.
- Sea bueno o sea malo, obedeceremos a la voz del SEÑOR nuestro Dios, a quien te enviamos; para que nos vaya bien cuando obedezcamos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
- Y sucedió que diez días después, vino palabra de Jehová a Jeremías.
- Entonces llamó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los capitanes de las fuerzas que estaban con él, y a todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor,
- Y les dijo: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel, a quien me enviasteis para presentar vuestra súplica delante de él;
- Si todavía permanecéis en esta tierra, entonces os edificaré, y no os derribaré, y os plantaré, y no os arrancaré; porque me arrepiento del mal que os he hecho.
- No temáis al rey de Babilonia, de quien tenéis miedo; no le temas, dice el SEÑOR, porque yo estoy contigo para salvarte y para librarte de su mano.
- Y te mostraré misericordia, para que él tenga misericordia de ti y te haga volver a tu propia tierra.
- Pero si decís: No habitaremos en esta tierra, ni escucharemos la voz del SEÑOR vuestro Dios,
- Diciendo, no; pero iremos a la tierra de Egipto, donde no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni tendremos hambre de pan; y allí habitaremos:
- Y ahora, pues, oíd palabra de Jehová, remanente de Judá; Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel; Si os decidís por completo a entrar en Egipto y a residir allí;
- Entonces sucederá que la espada que temías te alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre, de la cual temías, te seguirá de cerca allá en Egipto; y allí moriréis.
- Así será con todos los hombres que se dispusieron a ir a Egipto para residir allí; a espada, de hambre y de pestilencia morirán, y ninguno de ellos quedará ni escapará del mal que yo traeré sobre ellos.
- Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel; Como se derramó mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén; así se derramará mi furor sobre vosotros cuando entréis en Egipto; y seréis abominación, espanto, maldición y oprobio; y no veréis más este lugar.
- Jehová ha dicho acerca de vosotros, oh remanente de Judá; No vayáis a Egipto; sabed con certeza que os he advertido hoy.
- Porque disimulabais en vuestro corazón cuando me enviasteis al SEÑOR vuestro Dios, diciendo: Rogad por nosotros al SEÑOR nuestro Dios; y conforme a todo lo que diga el SEÑOR nuestro Dios, dínoslo y lo haremos.
- Y ahora os lo he declarado este día; mas no habéis obedecido a la voz del SEÑOR vuestro Dios, ni a ninguna de las cosas que él me ha enviado a vosotros.
- Ahora, pues, sabed con certeza que moriréis a espada, de hambre y de pestilencia, en el lugar adonde deseáis ir y residir.