Biblia King James Version
Eclesiastés 4:
- Regresé, pues, y consideré todas las opresiones que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos y sin consolador; y del lado de sus opresores estaba el poder; pero no tenían consolador.
- Por tanto, alabé a los muertos que ya están muertos más que a los vivos que todavía están vivos.
- Sí, mejor es él que ambos, el que aún no ha sido, el que no ha visto la obra mala que se hace debajo del sol.
- Una vez más, consideré todo trabajo y toda obra justa, que por esto un hombre es envidiado de su prójimo. Esto también es vanidad y aflicción de espíritu.
- El necio junta sus manos y come su propia carne.
- Mejor es un puñado de tranquilidad, que dos manos llenas de dolores de parto y aflicción de espíritu.
- Luego volví y vi vanidad bajo el sol.
- Hay uno solo y no hay segundo; sí, no tiene hijo ni hermano; sin embargo, todo su trabajo no tiene fin; ni sus ojos se sacian de riquezas; ni dijo él: ¿Por quién trabajo, y dejo mi alma del bien? Esto también es vanidad, sí, es un doloroso trabajo.
- Dos son mejor que uno; porque tienen buena recompensa por su trabajo.
- Porque si caen, uno levantará a su compañero; mas ¡ay del que está solo cuando caiga! porque no tiene otro que le ayude a levantarse.
- Una vez más, si dos duermen juntos, entonces tienen calor; pero ¿cómo puede uno calentarse solo?
- Y si uno prevalece contra él, dos lo resistirán; y una cuerda triple no se rompe rápidamente.
- Mejor es un niño pobre y sabio que un rey viejo y necio, que nunca más será amonestado.
- Porque de la cárcel viene a reinar; mientras que también el que nace en su reino se hace pobre.
- Consideré a todos los vivos que caminan bajo el sol, con el segundo hijo que se levantará en su lugar.
- No hay fin de todo el pueblo, de todo lo que fue antes de ellos; los que vendrán después, no se alegrarán en él. Seguramente esto también es vanidad y aflicción de espíritu.